Wednesday, December 19, 2018

Luces de Navidad


Es diciembre y si eres de los que frecuenta centros comerciales a última hora haciendo compras navideñas, debes estar feliz cantando villancicos o como un Grinch odiando cada árbol de navidad, arreglo navideño o persona usando suéteres hermosamente ridículos de navidad.

Si estás en etapa Grinch, probablemente quieras arrancar las luces de todos lados y simpatices con el gatito que derribó el árbol de casa de tu tía. Si, por el contrario, estás horneando galletas, vestido en un suéter rojo de renos, probablemente te encuentren poniendo luces en todos los lugares que puedas (sabes que tienes suficientes rollos, y si no, sabes que puedes comprar más en el súper o mercado más cercano). En ambos casos, te has dado cuenta de las luces y lo indispensables que son en Navidad, pero ¿te has preguntado su origen?
Imagina viviendo en el siglo XII en Europa, antes de la electricidad, donde las noches son más largas que aquí, las velas son caras y no existen las posadas con ponche, cánticos y piñatas. Nada de Juanito quemándole el pelo a Lucía, ni todos peleándose por cacahuates y tejocotes. Así es, imagina un mundo sin posadas.

Pues en este mundo sin posadas, sí había religión, más no la cristiana, al menos no en esta historia, y tenían un tronco Yule, que al prenderlo era la promesa del que el sol regresaría. A los cristianos les gustó la idea y decidieron adoptarla, y empezaron a meter árboles cuyas hojas no se caían, a sus casas durante el invierno y en el siglo XVII los alemanes empezaron a ponerles velas para iluminarlos. Esto se volvió viral y al poco rato estaba en toda Europa del Este y no faltó mucho para que llegara a Estados Unidos. Bueno… se sabe que el primero estuvo en 1821, gracias al diario que llevaba un chico, pero un par de siglos no eran tanto antes del internet y los aviones.

Sin embargo, no fue sino hasta 11 años después que el profesor Charles Follen iluminó con velitas su árbol, y el primero en la Casa Blanca vino en 1856 con el presidente Franklin Pierce.

Aquí, en el nuevo mundo, empezaron a ver los problemas de iluminar el árbol de Navidad con velas. Era muy complicado mantenerlas en las ramas, así que intentaron de todo, incluyendo aguas, alambre, hilo, más cera, hasta que en 1878 Frederick Artz inventa un portavelas con clip. Aquí ya tenemos un problema menos, pero el problema de las velas no era sólo que se cayeras, sino que se cayeran, encendieran el arbolito de navidad en medio de tu sala y de paso toda tu casa. Ahora sólo estaba el problema de que incendiaran todo sin caerse, sólo por estar sobre algo altamente flamable, así que no podían estar encendidas por mucho tiempo, siempre debía haber alguien vigilándolas y con un cubo de agua o arena listo en caso de algún incendio. Obvio hubo muchos y las compañías de seguros en un momento se rehusaron a pagar por incendios provocados por árboles de Navidad.

Nos importa la fecha y el lugar porque ahí es donde hubo una solución. Si hubiera pasado todo esto en otra época o en otro país, probablemente no hubiera pasado lo que sigue de la historia, por eso es importante que fuera en la segunda mitad de los 1800 y en USA. En 1879, Edison inventó la bombilla incandescente y obviamente quería presumirlo. En 1880 decidió colgar hilos de luces eléctricas afuera de su laboratorio en Menlo Park, Nueva Jersey, para que los que iban en el ferrocarril que pasaba cerca de ahí lo pudieran ver como un milagro de Navidad. Y como las cosas sencillas no le gustaban, decidió que el generador que iba a nutrir todo, estaría a 8 millas de su casa, o sea, alrededor de 13km.

Eso no fue suficiente. El 22 de diciembre de 1882, Edward Johnson, amigo de Thomas Edison y Vicepresidente de la Edison Electric Light Company, invitó a una serie de reportes, incluidos el Detroit Post y el Tribune, a su casa a ver el primer árbol iluminado eléctricamente. Éste estaba en el salón de su casa, era encendido por un generador Edison y tenía ochenta bulbos rojos, blanco sy azules conectados a mano, que encendía de forma intermitente. El árbol estaba sobre una cada motorizada que lo hacía rotar seis veces por minuto.  En 1884 le tocó al reportero del New York Times, el cual escribió una historia titulada “Un brillante árbol de Navidad: Cómo un electricista maravilla a sus niños”.

Ya tenían la promoción, ahora necesitaban el producto. Durante los siguientes años estuvieron haciendo pruebas para mejorar las luces eléctricas de Johnson y en 1890 salieron a la venta con todo y anuncios en revistas.


Diez años después, ya estaban en todos los displays navideños de las tiendas.

Así que... aquí tienes a los culpables de aquellas lucecitas que te persiguen en tus compras de último momento. Si quieres saber sobre el culpable de no poder ver tele porque tu mamá quiere tener las luces del árbol encendidas justo detrás de ti y ese prende y apaga te molesta... no te pierdas la siguiente entrada.

Fuentes consultadas:


McNamara, Robert. (2018, December 1). History of Electric Christmas Tree Lights. Retrieved from https://www.thoughtco.com/history-of-electric-christmas-tree-lights-1773789

Thursday, December 6, 2018

Maquíllate, maquíllate...


Diciembre llegó y trajo consigo tráfico, pinos sobre autos y muchas reuniones. Es probable que no veas a las personas en todo el año, pero a la reunión de diciembre, no fallas. Aunque tengas que obligarte a salir de la cama en un día de frío o a usar tacones y hacer a un lado por unas horas a tus fieles compañeros: tus tennis viejos pero tan cómodos que no puedes creer que sientes que los engañas si pasas tu tiempo libre sin ellos.

Si sólo te verán una vez al año, sientes que debes esforzarte un poco y usar esa paleta de sombras que te regalaron hace tiempo y está guardada con la promesa de "la próxima vez que..." o elegir entre esos dos lipsticks que no sabes desde cuándo están en tu tocador rogándote que los uses. Si harás un esfuerzo y usarás además corrector, iluminador, base, rubor y demás debes asegurarte de hacerlo bien y según la luz del lugar al que vayas. En el post pasado hablé un poco más de eso y de cómo poner la luz en tu espejo para lograr los mejores resultados en tu día a día.

Dependiendo de la hora de tu evento debe ser tu maquillaje para resaltar aquello que te gusta de ti, como tus ojos, y disimular ojeras y manchas. ¿Qué tiene que ver la hora? Mucho. La luz del día va cambiando de color según la hora y también cambia de posición. Hay momentos del día que son increíbles para selfies y otros que pueden borrar esos pómulos que tanto te envidian. Todo es luz y sombra.

A lo largo del día, la luz cambia de color según la posición del sol. El cielo es azul gracias a la atmósfera y las partículas suspendidas, así como a la composición de la luz. Como la longitud de onda del color morado y azul (que componen la luz blanca) es chiquita, se dispersa más, y como hay más azul que morado, vemos el cielo azul. La longitud de onda del rojo y el amarillo es mucho más larga, entonces casi no se desvían. La luz tiene que atravesar más atmósfera, incluyendo partículas suspendidas, cuando se está metiendo a cuando es medio día. Todas estas partículas dispersan los otros colores y el único que puede pasar es el rojo. Así, a lo largo del día, el color de la luz solar va cambiando por la cantidad de partículas y humedad que tiene que atravesar el rayo de luz blanca.

Quienes entienden muy bien de esto son aquellos que se dedican a la creación de ilusiones frente a la cámara. ¿Quiénes? Los maquillista, fotógrafos e iluminadores  de sets o pasarelas. Recuerdo un detrás de cámaras de High School Musical dónde tenían que recrear la luz de medio día para la escena que estaban grabando mientras se metía el sol. Si en ese detrás de cámaras no lo hubieran mencionado y mostrado el punto del horizonte dónde se veía estaba anocheciendo, nunca lo hubiera pensado.

Por otro lado, los fotógrafos, maquillistas y estilistas dependen del tipo de luz donde su modelo va a estar y deben arreglar todo conforme a eso para obtener el resultado que desean. Afortunadamente, una revista se adelantó y entrevistó a dos que dieran su opinión al respecto. Esto, aunado a mi poco o mucho conocimiento sobre luz y los diferentes colores de la luz natural (¡Gracias, clase de fotografía!) dan pie a todo esta entrada. Ah, y no puedo hacerlo yo sola, porque si voy a hablar de maquillaje, mejor ir con aquellos que lo manejan, sobretodo si ya existe una entrevista al respecto.

Si tienes un desayuno o comida, notarás que la luz es sumamente brillante. En este momento en la ciudad de México, salir sin lentes o bloqueador solar es algo que no recomendaría. La luz es azulosa, sobretodo en la sombra y en un día con cielo despejado. La luz es tan brillante, que a menos que vayas a un lugar altamente reflejante, como la explanada del Palacio de Bellas Artes donde toda textura se borra de tanta luz que hay, debes evitar exagerar tu maquillaje. Usa bases ligeras y acabados mate, evita un contouring pesado, porque la luz natural estará haciendo ese trabajo. Sin embargo, algo de rubor no te cae nada mal. Wayn Goss tiene un video tutorial para aplicar rubor que es perfecto para estos días o estás horas.

Toma en cuenta que las sombras son pronunciadas, entonces no olvides el corrector de ojeras y evita maquillarte las pestañas de abajo. No queremos que se creen sombras que hagan parecer que no dormiste.

Evita los brillos si no quieres parecer disco ball y si tu piel es grasa, para evitar brillar de más, los productos mate son perfectos.



Si el día es nublado, de esos que te invitan a quedarte en cama con un chocolate caliente y una película, olvida todo lo que acabas de leer.



La luz seguirá siendo un poco fría, tirándole a neutral, ya no azulosa porque el cielo ya no es azul, sino gris. Esta luz es más suave y puede borrarte un poquito. No cuentas con luz solar para darte color ni hacerte un contouring natural, así que lo tendrás que hacer tú. Saca tu rubor y tu lipstick más brillante (sí, no tengas miedo al fucsia ni al naranja), usa un contour ligero, delineador, máscara de pestañas, incluso postizas si te gustan y un poco de iluminador. No te preocupes, no hay riesgo de que te confundan con una bola de disco.

Si es uno de esos días hermosos, con pocas nubes en el cielo, ni tan soleado, ni gris, felicidades, encontraste la luz perfecta.

Esta es una luz difusa, que no marca tanto tus facciones como la luz directa y sin embargo las resalta. No tienes que preocuparte porque te cree ojeras o te borre esos pómulos envidiables. Puedes usar el maquillaje que quieras y te verás bien. Esta es la luz que muchos fotógrafos buscan en sus estudios con ayuda de las cajas de luz.



No todo el día la luz es azul. Justo antes del atardecer la luz se convierte en un amarillo dorado capaz de poner color en tu piel y en cualquier cosa que toque. Incluso la fachada más blanca se vuelve cálida y las ciudades se visten de aquellas palabras que las describen como majestuosas en historias de tiempos lejanos.



Esta hora es perfecta para tomarse selfies. Así que saca tu cámara y guarda tus brochas. Si te maquillas a esta hora será terrible porque te verás tan bien que en cuanto la luz cambie descubrirás cosas que pasaste por alto. Si tú evento es a esta hora, ten una mano ligera con rubor y bronzer.

Después de la hora dorada viene el atardecer que si no estás en un lugar al norte como Suecia, dura demasiado poco para considerarlo y después, oscurece poco a poco. Esta hora del día también es perfecta para fotografía arquitectónica nocturna.

Generalmente las cenas vienen después, y muchos lugares abiertos de noche tienen una iluminación baja siendo mayormente oscuros. La oscuridad crea un ambiente relajado en donde querrás estar más tiempo y consumir más que en un lugar totalmente iluminado. Así que lo más probable si sales a esta hora, es que sea un lugar oscuro. Buenas noticias: ¡puedes volverte loca con el maquillaje!

No digo que pintes signos en tu cara, sino que puedes usar un maquillaje más pesado, como una base de cobertura total, tener mano pesada con el rubor y el contouring, usar un lipstick llamativo y un maquillaje de ojos pesado. Olvida la regla de sólo resaltar una parte de la cara, en esta luz, puedes usar un labial rojo y smokey eyes, incluso un iluminador metálico si así lo deseas. Así que atrévete a ver tutoriales y cuando encuentres uno que te guste pero nunca te habías atrevido a intentarlo, síguelo. Si vienes de la oficina y no puedes ver tutoriales, sólo retoca tu maquillaje y hazlo un poco más pesado, con delineador, y más color. Lo único que no se vale es estar de cara lavada o sólo con una pasada de máscara en las pestañas.

¿Qué es lo que sucede en este tipo de iluminación? Es muy poca. Si vas a un buen restaurante, es probable que tengan luminarias con un buen IRC, si vas a uno de una vibra diferente probablemente tengan velas, que también tienen un buen IRC, si vas a una terraza, probablemente esté totalmente oscuro o con una iluminación muy baja, a excepción de los flashes en cada selfie. En todos estos casos, la iluminación es baja, entonces es capaz de borrar ciertas cosas y resaltar otras. Si usas demasiado color, no importa, porque no vas a ver que es demasiado. Si el contouring es muy marcado será perfecto. El iluminador sólo va a captar un poco de luz, por eso puedes ponerte de más y no sentirte una bola de disco como en un día nublado. La desventaja es que si no usas nada de maquillaje, apenas y se va a ver tu cara.

Aquí hay un detalle. Si la reunión a la que asistes de noche es en casa de alguien, no esperes que sea oscura o con un buen IRC. Si la luz que utiliza es fluorescente, la cual es muy común, y no puedes correr lejos de ahí, un maquillaje menos cargado y con énfasis en el rubor o el bronzer son lo indicado.

Espero este post te haya servido de algo, ya sea para estas fiestas, o las que está por venir.

Fuentes

Ortiz, G., El significado de los colores, Trillas, México 2011
https://www.refinery29.com/en-us/best-makeup-lighting-tips

¡Y llegó la primavera!

Recuerdo en años anteriores ver las calles inundadas de niños disfrazados de pollitos, flores y mariposas saliendo de festivales y kermes...